En un foro en el que participo de forma habitual nos hemos puesto a hablar de esto, y he recordado que tenía pendiente escribir una entrada sobre las traducciones.
La pregunta original era más o menos así:
¿Creéis que es posible que una traducción supere al original? ¿Qué derechos tiene el traductor? ¿Qué cosas tiene derecho a modificar? ¿Véis bien que adapte las situaciones para que las entiendan otras culturas (ejemplo: traducir juegos de palabras o chistes)?
Y esta fue más o menos mi respuesta
Creo que una traducción nunca debe superar al original. Por ejemplo, si en el texto original se repiten muchas palabras, se abusa de verbos genéricos o se utiliza un estilo plano y descriptivo, el traductor no tiene por qué adornarlo, o cambiar unas expresiones por otras que le parezcan más adecuadas. Es decir, si el original es un "mal texto", el traductor no debe "convertirlo". Por eso, en principio, un texto traducido nunca puede [i]superar [/i]al original. Si lo hace, no será una buena traducción. Puede ser un buen texto, pero no una buena traducción.
Esto es, digamos, a priori. El traductor no deja de aportar su visión de la obra, no deja de ejercer de intérprete, y en ese sentido es donde se puede apreciar un buen traductor de uno mediocre. En un texto científico, por ejemplo, quizá sea suficiente con que, además de dominar el idioma, el traductor entienda del tema, de la materia de la que se está hablando pero, en una novela, creo que el traductor, además, debe comprender al autor, entrar en su mente y saber lo que quiere trasmitir. En una novela, el traductor debe averiguar cuales eran las intenciones del autor, qué sentimientos son los que pretendía evocar, y traducir en consecuencia. Es decir, en una traducción no importa tanto la fidelidad al texto original como la fidelidad al espíritu, al estilo original, y eso depende prácticamente en su totalidad del traductor.
Obviamente también depende del tipo de texto del que hablemos. Traducir un texto filosófico o teológico exige un contacto directo con el autor o un conocimiento muy, muy intenso de su obra si se quiere hacer un buen trabajo. Traducir un libro de aventuras quizá no requiera una comunicación formal con el autor, pero se deberá compensar con un conocimiento serio del medio, del entorno en el que se desarrolle.
Un punto y aparte se merecen los textos humorísticos. Entiendo que los juegos de palabras y los chistes deben traducirse buscando el sentido y, sobre todo, manteniendo el humor. Si la intención es hacer reír, mantener el original y que no tenga sentido al traducirlo es faltar al espíritu de la obra. En un chiste, además, me parece algo obvio.
- ¿Y dices que tu abuela tiene 90 años y no usa gafas?
- No, ella bebe directamente de la botella.
N. del T. En la obra original se usa la misma palabra para gafas que para vasos.
Oh, jaja, qué gracioso.
Pues no.
Un ejemplo que pongo siempre de buena traducción y que muchos conoceréis: En la serie Futurama, hay un momento en el que Bender, el robot, se mueve por una cuerda fija encima de un monociclo mientras tararea el himno del PP. En la versión original, realizada en USA, Bender está tarareando el himno del Partido Republicano. Si el traductor no hubiera hecho bien su trabajo no habría tocado la escena, pero se ha molestado en buscar una similitud para que los españoles entiendan el chiste.
Este ejemplo viene muy bien para los que dicen que las comedias hay que verlas en versión original porque, si no, se pierden los matices. Cuando alguien os diga eso, pedidle que os tararee el himno del PP y luego el del Partido Republicano, y entonces seguís hablando. Lo de "perder los matices" en una comedia siempre me ha hecho sonreír, y no porque tenga gracia.
Esta misma serie tiene otro ejemplo de traducción lamentable. En un momento dado, Fry se pone a recitar un texto de La Hoguera de las Vanidades, y en la traducción está leyendo al biografía de Tamara. Aun no comprendo a qué viene ese cambio. una de cal y otra de arena, las comedias mal traducidas pueden resultar lamentables.
En fin, en mi opinión, un texto cómico debe traducirse muy bien y, para prácticamente todo el mundo, la traducción siempre será más agradable y se disfrutará más que el original. No se trata únicamente de hablar la lengua original, se trata de estar integrado en su cultura. Esto imagino que no será aplicable en novelas situadas en un tiempo diferente al actual. Supongo que para leer y disfrutar a Terry Prattchett no hace falta más que dominar el idioma, pero vaya usted a saber.
He tenido algunas discusiones curiosas sobre las traducciones de Canción de Hielo y Fuego. ¿Se pierde mucho por llamar a Sandor Clegane "el perro" en todo momento y no diferenciar cuando le llaman "sabueso" de forma habitual y "perro" de forma despectiva? ¿Es una licencia injustificada que RiverRun se traduzca por Aguasdulces ? Te da risa el nombre de Invernalia porque te recuerda un paquete de guisantes congelados?
Yo, personalmente, creo que no es para tanto ni mucho menos. En este caso concreto, por lo poco que he leído en inglés, la traducción está muy cuidada y se está realizando con mucho espero y respeto por el lector. ¿Qué tiene fallos? Sin duda tendrá alguno, que se le haya pasado a todo el equipo y que corregirán en una edición futura. ¿Supone un inconveniente a la hora de disfrutar del libro? No, creo yo, para nada. Yo, personalmente, creo que he diferenciado en todo momento cuando alguien estaba hablando de El Perro con desprecio.
The Hound en todo su esplendor.
En fin que, en mi opinión, leer un libro en su lengua original es una experiencia más auténtica que leerlo traducido, siempre que estemos hablando de textos con una cierta lírica o carga emocional, y siempre que el lector domine tanto el lenguaje como el estilo. La poesía, por ejemplo, creo que siempre hay que leerla en su idioma original, aunque sea con una traducción al lado. En caso de que no sea posible, se hace imprescindible buscar una buena traducción.
Un ejemplo de mi idolatrado Edgar:
Once upon a midnight dreary, while I pondered, weak and weary,
Over many a quaint and curious volume of forgotten lore,
While I nodded, nearly napping, suddenly there came a tapping,
As of some one gently rapping, rapping at my chamber door.
"'Tis some visitor," I muttered, "tapping at my chamber door-
Only this, and nothing more."
Y ahora un par de traducciones:
Una fosca media noche, cuando en tristes reflexiones,
Sobre más de un raro infolio de olvidados cronicones
Inclinaba soñoliento la cabeza, de repente
A mi puerta oí llamar;
Como si alguien, suavemente, se pusiese con incierta
Mano tímida a tocar:
"¡Es - me dije - una visita que llamando está a mi puerta:
eso es todo y nada más!".
Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más."
Una de las dos traducciones me hace vomitar. Adivina cual.
Para el resto de los textos, por ejemplo, novela de ficción pura y dura, por supuesto que, si puedes leerlo en original sin echar mano del diccionario y sin poner caras raras cuando se usen coloquialismos, pues mucho mejor. Pero no lo veo como algo que mejore sustancialmente la experiencia. Se notará en algunos libros, pero en otros creo que no será apreciable. Sucede lo mismo con las películas. Siempre es mejor verlas en versión original, pero la diferencia con la versión doblada puede resultar insignificante o sustancial, dependiendo del tipo de película... y del traductor.
Me encanta tu blog, espero que visites también el mío e intercambiemos opiniones (yo creo que es la segunda, no suena tan bien como la primera)
ResponderEliminarDa gusto ver gente que ama la escritura tanto como yo... saludines y sigue así.
Gracias por tu comentario, echaré un vistazo a tu blog...
ResponderEliminarErrr... la versión que no me gusta nada es la primera :-) me parece muy artificial, forzada y pretenciosa, mientras que la segunda es mucho más fluida, sacrifica la lírica a cambio de darle un ritmo a la lectura mucho más cercano al original...
En mi profana opinión, claro.